miércoles, 22 de abril de 2009

EL CUBO



El Cubo es un filme alegórico. Podría pensarse que el desarrollo de este género (en rigor, cabe la pregunta sobre si verdaderamente se trata de un género cinematográfico) resulta menos complejo que el de géneros más convencionales (una comedia o un thriller, por ej.) en razón de la vaguedad intrínseca y la escasa necesidad de consistencia narrativa, propios de la alegoría. No es así y queda demostrado en este filme.
En El Cubo Natali nos propone una sociedad cuyo motor es el poder, donde obviamente se impone el más fuerte. Seis son los personajes que la representan: un policía, una estudiante, una doctora, un arquitecto, un ladrón y un idiota (¿será el ciudadano común?).
Están atrapados en un conjunto de cámaras cerradas y cúbicas, que poseen trampas listas para matarlos, si entran en ellas a destiempo. El transcurrir del tiempo también les juega en contra, por la falta de elementos vitales para la subsistencia (comida, agua).
A esta altura de la historia del hombre (y del cine) queda rápidamente al descubierto que el capital alegórico que invierte Natali en este filme es escaso, es decir, a fuerza de estereotipos se hacen fácilmente reconocibles las aristas reales de la tragedia que esconde la simbología de El Cubo. Esto le resta eficacia al filme.
Un policía fascista, una doctora protectora, un arquitecto poco confiable, un idiota indefenso (que además sabe hacer cálculos como Dustin Hoffman en Rain Man). Deben resolver el problema - encontrar la salida - en conjunto.
Todos estos estereotipos con poco para descifrar (la referencia a Chile y la represión, en una escena, resulta fatua, por lo obvia) también atentan contra un filme cuyo planteo necesita de cierto vuelo para mantener el interés del espectador. Justo es decir que el ritmo que Natali le imprime a la acción logra la atención.
El director Vincenzo Natali ha dicho con relación a El Cubo: “Desde el comienzo, aún en los pasos conceptuales, Cube a pesar de su aparente simpleza estaba enmarcada en una verdadera complejidad”.
Justamente esa complejidad - la de la sociedad, si seguimos la alegoría - es la que el filme no termina de construir.
También hay que reconocer que las actuaciones - todas en registro dramático - son de tal intensidad que sostienen al filme hasta el final.
Elenco: Maurice Dean Wint, Nicole deBoer, Nicky Guadagni, David Hewlett, Andrew Miller, Waine Robson

No hay comentarios: